LA CARA...

Osamu Tezuka fue una de los autores de manga japonés más versatiles de la historia de la viñeta nipona. De sus lápices salieron obras de todo tipo y que tocaban toda clase de temáticas (infantiles, adultas, de humor, de terror, religiosas, eróticas)pero todas estaban impregnadas de ese aire humanista y reflexivo que siempre han tenido sus obras.

Un ejemplo de una de sus obras más tiernas y aptas para todos los públicos sería "Ribbon No Kishi" (en español "La Princesa Caballero" o "Choppy y la Princesa") una obra de los años 50/60 que muestra la visión de Tezuka sobre los cuentos clásicos de hadas con principes, princesas y brujas malvadas. Hace algunos años tuve la posibilidad de leer la edición en español que la editorial Glénat realizó y ahora que la estoy releyendo no puedo más que sorprenderme. Se trata de una obra sencilla, marcada por una estética kistch entrañable muy influenciada por las películas Disney de la época, pero que a pesar del paso del tiempo tiene algo que hipnotiza y que engancha, que hace que quieras saber que ocurrirá en el episodio siguiente. En "Ribbon No Kishi" se trata el tema de la identidad oculta, (la princesa Zafiro debe hacerse pasar por un príncipe para no perder la corona de su reino) y ese será un tema muy recurrente en otras obras importantes de la historia del manga.

Para mi resulta admirable y muy inspirador obras como ésta del maestro Tezuka, cargadas de sencillez pero envueltas en un halo misterioso que las hace muy grandes. Además es increíble comprobar lo versatil que como narrador podía ser... Esta es una de las facetas de Tezuka, pero en un próximo post os hablaré de su otra cara, la del Tezuka que creaba obras con personajes crueles, retorcidos y argumentos que ponían los pelos de punta.